
Es maravilloso el poder transformador de nuestro Dios, que a través de su Palabra nos muestra verdades que nos cambian y moldean nuestro carácter y nos animan a seguir adelante en todo momento siendo mujeres ejemplares de corazón. En la Biblia vemos el ejemplo de Rut y podemos observar la determinación que ella tuvo para amar por sobre todas las cosas al Señor.
La historia comienza en el punto en que Rut está dispuesta a dejar todo por seguir al Señor. Reflexione en sus pensamientos, sus anhelos, sus palabras, sus actos, sus relaciones y examínese a la luz de la Palabra, y pregúntese: ¿hay algo que yo amo más que al Señor? En Mateo 22:37 nos dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Es importante también observar que Rut trabajó con diligencia y no fue una persona perezosa ni tampoco hizo las cosas de mala gana.
Si usted trabaja en el hogar o fuera de él, procure hacer las cosas de corazón, como para el Señor, no se queje por las cosas que le toca hacer, sino que hágalo todo con amor y de buena gana. Pídale al Señor por un espíritu esforzado y alégrese en lo que Él le ha llamado a hacer en este tiempo. Rut también demostró un corazón humilde. Cuando ella va por primera vez al campo de Booz para recoger espigas, hace una declaración maravillosa de humildad frente a los favores que recibe y no se muestra orgullosa. Es importante que usted muestre humildad en su casa, en su trabajo y con la familia de la fe.
Pídale al Señor que le muestre las áreas que debe rendir y que la llene de su gracia y su favor. También vemos en Rut a una persona que no teme ser enseñada, ¡y nada más y nada menos que por su suegra! Ella estuvo dispuesta a escuchar y obedecer a una mujer mayor con experiencia y sabiduría. No cierre su corazón cuando le dan un consejo con amor. Pídale al Señor un corazón enseñable y obediente para poner por obra lo que demanda de usted y un corazón agradecido hacia Dios y hacia las personas que la ayudan.
Recuerde que Dios nos ama y solamente Él puede transformar nuestra vida y nuestras familias para que juntos le glorifiquemos en todo momento y en todo lugar.