
Es un gran privilegio llamarnos hijos de Dios y disfrutar de su gran amor que no tiene barreras, ni espacio, pues él no hace acepción de personas. Su amor es eterno, no cambia porque Él es el mismo de ayer, hoy y por los siglos. Jesús amó y lo demostró con sus discípulos, personas con defectos, deficiencias, sin letras, pero necesitados de amor y de conocerle cada día más, Jesús les daba lo que ellos necesitaban: atención, enseñanza, ejemplo y comprensión. La cruz es una prueba que tiene un valor incalculable, entregándose por nosotros y demostrando así que su amor es eterno.
No hemos tenido que pagar nada por alcanzar la salvación, el perdón, la libertad y el recibir su amor que es inagotable, puro y maravilloso. Tenemos que permanecer en su amor y en sus caminos obedeciendo y cumpliendo así sus mandamientos, porque esto es lo que le agrada, si esto lo hacemos, todo nos irá bien. Problemas siempre habrá, pero tenemos a un gran amigo que nos ama y desea sacarnos adelante de todas las frustraciones y llevarnos a un nivel de intimidad y dependencia de sus promesas.
Él nos escogió y lo que desea es que vayamos y demos mucho fruto y que ese fruto perdure para siempre, porque sin él nada podemos hacer. Dios dice que todo lo que pidamos en su nombre conforme a su voluntad -no la nuestra- lo dará. Tenemos a un Dios a quien podemos decirle nuestras peticiones, nuestras necesidades, nuestras inquietudes, dudas y temores; que nos responde con amor para alcanzar la victoria. Cultivemos esa amistad con Dios pues esta se fortalece en las adversidades, la verdadera amistad busca lo que le interesa al amigo; aprendamos que la amistad engendra amistad.
Nosotros podemos escoger a nuestras amistades, pero con cuidado y sabiduría. Y podremos recordar que en todo tiempo ama el amigo, para ayudar en la adversidad nació el hermano. El verdadero amigo muestra que nos ama, nos acepta tal como somos en todo tiempo. Pero el mejor amigo para nosotros es Jesús, él si nos acepta tal como somos en las buenas y en las malas. Honremos su nombre y busquémosle de corazón.
Él nunca desechará nuestra amistad porque su amor es eterno.