
Dios le da una tarea muy grande a su siervo Josué después de la muerte de Moisés, pero no lo manda con las manos y su corazón vacío, Dios le promete que estará con él todos los días de su vida para guiar, mantener y asegurar el éxito y que todo lugar que tocaran sus pies se los entregará, le hace énfasis en una condición muy clara y de mucha responsabilidad, tienes que ser fuerte y valiente, te pido que tengas valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó, no te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito donde quieras que vayas.
Su compromiso: Recita siempre el libro de la ley, medita en él de día y de noche y cumple con cuidado lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. ¿Por qué es importante entonces recitar, meditar y cumplir la Palabra de Dios? La palabra de Dios debe de estar presente en nuestros corazones y debe fluir de nuestra boca, tómese el tiempo para que en familia aprendan un versículo cada semana, repetirlo en el carro, ponerle música y usted verá que su familia crecerá y será edificada en la roca que es Cristo. Es importante declararla con nuestra boca, para que, en el momento de necesidad en nuestra vida, podamos apropiarnos de sus promesas y declarar esa hermosa Palabra que da vida, ánimo y victoria. Medita en ella de día de noche, como hijos de Dios nuestra responsabilidad es de leerla todos los días, meditarla, comerla espiritualmente, pues la Palabra de Dios es agua que nos limpia, sus palabras son tan dulces como la miel, es martillo que golpea el alma cuando le fallamos a Dios, es como semilla que germina cuando entra en el corazón, es como leche que nos alimenta y carne que nos hará crecer en Él.
Propóngase con la ayuda de Dios agradarle y dejar que el Espíritu Santo le inunde de su dulce presencia y enseñanza que tiene. Y la tercera cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Que Dios nos ayude a cumplir sus mandamientos y que los obedezcamos para ser personas llenas de poder, leyendo, memorizando, practicando y recitando su Palabra y alcanzar el éxito en todas las áreas de nuestra vida y familia, alcanzando con su amor a los necesitados por medio de su Santa Palabra.