
Dos tipos de vida
O vivimos gobernados por el Espíritu Santo o vivimos gobernados por nuestra naturaleza pecaminosa.
O vivimos gobernados por el Espíritu Santo o vivimos gobernados por nuestra naturaleza pecaminosa.
Libertad no es lo mismo que libertinaje.
La justificación es la gracia en acción.
El evangelio es el mensaje de la gracia de Dios y la pasión por éste es recordarlo, nunca abandonarlo y priorizarlo.
El temor a Dios es clave para nuestras vidas
La Palabra de Dios debe estar en nuestros corazones.
Ama al Señor tu Dios con todo.
Nuestro Dios es el único Señor
La gracia de Dios nos da otra oportunidad.
Jesús se hizo hombre para manifestar su amor hacia nosotros.
Jesús nos trajo una esperanza eterna
Jesús es nuestra paz.
Jesús es nuestra alegría.
Si tenemos falta de sabiduría, podemos pedírsela a Dios.
Disfrutar cada momento demuestra sabiduría
La sabiduría la podemos aplicar en cada aspecto de nuestra vida.
Dios sigue obrando en nuestras vidas a través de su Palabra.
La verdadera felicidad está en Cristo, no en el mucho tener, ni en el mucho saber.
El creyente con su conducta demuestra que tipo de sabiduría tiene.
Solamente Dios es la fuente de la sabiduría, él nos dejó su Palabra y en ella encontramos escritos de sabiduría y esta sabiduría nos ayuda en la vida diaria.
Porque hemos experimentado la compasión de Dios, debemos reaccionar ante la obra con disposición.
No podemos servir a dos señores, o servimos a Dios o servimos al pecado.
Todo creyente enfrentará adversidades, pero debe reaccionar ante estas con constancia
El creyente reacciona ante la ofensa con perdón, porque comprende que Dios lo ha perdonado.
Jesús nos enseña cómo deben ser nuestras reacciones ante los que nos hacen daño.
Dios ha tomado la iniciativa respecto a nuestra salvación, como creyentes debemos reaccionar a su acción de salvarnos, una reacción es el arrepentimiento.
Nuestro comportamiento es la evidencia de la obra de Cristo en nosotros.
Una oración que impacta nuestro entorno es aquella que es constante, con agradecimiento y por la predicación del evangelio.
Todo creyente debe dar testimonio de lo que Dios ha hecho con su conducta de vida en las diferentes áreas donde se desenvuelve.
Los padres debemos aprender a no exasperar a nuestros hijos
La tarea de los hijos es obedecer y honrar a los padres, esto significa acatar sus órdenes, pedirles consejo y no burlarse de ellos.
Todo creyente debe reconocer que Dios es quien le provee y eso le lleva a honrarlo también con sus finanzas.
Los esposos deben amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia.
Las esposas deben someterse a sus esposos como conviene en el Señor.
Todo creyente es gobernado por la paz de Cristo.
La Biblia nos dice cómo conducirnos en nuestras relaciones interpersonales.
Un cristiano transformado abandona el enojo, la ira, la malicia, la calumnia y las palabras obscenas.
Cada madre está al cuidado de Dios en la tarea que Él ha encomendado al otorgarle la bendición de tener hijos.
Puesto que hemos resucitado con Cristo, somos llamados a vivir en santidad.
Ahora tenemos una nueva posición, un nuevo propósito, una nueva vida y una esperanza.