
Somos un cuerpo
Somos un cuerpo que al mantenernos unidos demostramos madurez espiritual.
Somos un cuerpo que al mantenernos unidos demostramos madurez espiritual.
Somos una obra en proceso, la cual Dios no deja a medias, sino que sigue obrando
Dios no solamente nos reconcilió con él, sino nos hizo una familia espiritual.
Dios nos dio vida cuando estabamos muertos.
Dios es nuestro creador y seguimos siendo una obra en proceso.
Somos débiles como vasijas de barro, pero Dios es quien nos fortalece
Lo que Dios espera de nosotros es que seamos personas que descansemos en su gracia, reconociendo que no merecemos nada.
Jesús nos enseña que el más grande es el más pequeño, el más importante es el que sirve.
Jesús les enseñó a sus discípulos que tenía que morir para cumplir su propósito.
Dios nuestro pastor es bondadoso, amoroso y nos permite estar con él por la eternidad.
Dios nuestro pastor es quien nos permite tener comunión con él, transforma nuestro ser y nos llena completamente.
Dios nuestro pastor es quien nos cuida en momentos difíciles, siempre está con nosotros y nos reconforta con su Palabra y Espíritu Santo.
En el cántico de Zacarías encontramos gratitud, bendición y un anhelo que podemos imitar.
Dios como nuestro pastor quien nos da descanso, sacia nuestra sed espiritual, nos da nuevas fuerzas y nos guía.
Dios es nuestro pastor, quien nos cuida, guía y ama.
El salmo 110 es clave para nuestro cristianismo y este muestra cómo Jesús es rey sobre todo.
Recuerde que alabar a Dios es algo que hacemos de manera audible y pública.
Tres evidencias del crecimiento espiritual son: Anhelar perdonar como Dios perdona, anhelar evaluar su propio corazón y quitar todo estorbo y anhelar preocuparse más por las personas que por las cosas.
Mantengamos una actitud de alabanza y adoración a Dios ante toda circunstancia. Él conoce todo lo que nos sucede y obrará poderosamente en nosotros cumpliendo cada una de Sus promesas.
Tres evidencias del crecimiento espiritual son: Responder a Dios con total y completa obediencia, responder en humildad y no en orgullo ni arrogancia y responder amando a los demás.
Tres evidencias del crecimiento espiritual son: Reconocer y responder a la gracia de Dios, reconocer la Palabra de Dios y vivirla y reconocer que debo de confesar mi pecado y no solamente palabras religiosas.
Tres evidencias del crecimiento espiritual son: buscar la voluntad de Dios en lugar de huir de ella, buscar que nuestro actuar sea congruente con nuestro hablar y buscar ser testimonio a los no creyentes.
Por ese hecho histórico, por esa verdad que fundamenta nuestra fe, por esa bienaventuranza, hoy le adoramos. ¡Jesús resucitó!
Jesús murió para que la humanidad no pasara una vida separada de Dios, murió para llevar nuestras culpas y que tengamos acceso directo al Padre.
Jesús fue menospreciado por los sacerdotes, por el pueblo judío y por los soldados romanos, Jesús fue menospreciado por amor a nosotros.
Un corazón transformado por Dios es sensible hacia el hermano en pecado, es compasivo con los demás y es responsable de sí mismo ante Dios.
O vivimos gobernados por el Espíritu Santo o vivimos gobernados por nuestra naturaleza pecaminosa.
Libertad no es lo mismo que libertinaje.
La justificación es la gracia en acción.
El evangelio es el mensaje de la gracia de Dios y la pasión por éste es recordarlo, nunca abandonarlo y priorizarlo.
El temor a Dios es clave para nuestras vidas
La Palabra de Dios debe estar en nuestros corazones.
Ama al Señor tu Dios con todo.
Nuestro Dios es el único Señor
La gracia de Dios nos da otra oportunidad.
Jesús se hizo hombre para manifestar su amor hacia nosotros.
Jesús nos trajo una esperanza eterna
Jesús es nuestra paz.
Jesús es nuestra alegría.
Si tenemos falta de sabiduría, podemos pedírsela a Dios.
Disfrutar cada momento demuestra sabiduría
La sabiduría la podemos aplicar en cada aspecto de nuestra vida.
Dios sigue obrando en nuestras vidas a través de su Palabra.
La verdadera felicidad está en Cristo, no en el mucho tener, ni en el mucho saber.
El creyente con su conducta demuestra que tipo de sabiduría tiene.
Solamente Dios es la fuente de la sabiduría, él nos dejó su Palabra y en ella encontramos escritos de sabiduría y esta sabiduría nos ayuda en la vida diaria.
Porque hemos experimentado la compasión de Dios, debemos reaccionar ante la obra con disposición.
No podemos servir a dos señores, o servimos a Dios o servimos al pecado.
Todo creyente enfrentará adversidades, pero debe reaccionar ante estas con constancia
El creyente reacciona ante la ofensa con perdón, porque comprende que Dios lo ha perdonado.
Jesús nos enseña cómo deben ser nuestras reacciones ante los que nos hacen daño.
Dios ha tomado la iniciativa respecto a nuestra salvación, como creyentes debemos reaccionar a su acción de salvarnos, una reacción es el arrepentimiento.
Nuestro comportamiento es la evidencia de la obra de Cristo en nosotros.
Una oración que impacta nuestro entorno es aquella que es constante, con agradecimiento y por la predicación del evangelio.
Todo creyente debe dar testimonio de lo que Dios ha hecho con su conducta de vida en las diferentes áreas donde se desenvuelve.
Los padres debemos aprender a no exasperar a nuestros hijos
La tarea de los hijos es obedecer y honrar a los padres, esto significa acatar sus órdenes, pedirles consejo y no burlarse de ellos.
Todo creyente debe reconocer que Dios es quien le provee y eso le lleva a honrarlo también con sus finanzas.
Los esposos deben amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia.
Las esposas deben someterse a sus esposos como conviene en el Señor.
Todo creyente es gobernado por la paz de Cristo.
La Biblia nos dice cómo conducirnos en nuestras relaciones interpersonales.
Un cristiano transformado abandona el enojo, la ira, la malicia, la calumnia y las palabras obscenas.
Cada madre está al cuidado de Dios en la tarea que Él ha encomendado al otorgarle la bendición de tener hijos.
Puesto que hemos resucitado con Cristo, somos llamados a vivir en santidad.
Ahora tenemos una nueva posición, un nuevo propósito, una nueva vida y una esperanza.