
Iniciamos este nuevo año y de alguna manera experimentamos cierto temor e incertidumbre por lo que vendrá, o por lo que tenemos pendiente de realizar. Este es el momento para recordar que la Palabra de Dios dice: ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
Debemos hacer nuestras sus promesas, su Palabra, creer y aplicarlas en la vida, oír y hacer, es decir, poner en práctica. A Josué el Señor le ordenó «se fuerte y valiente» y le da la promesa de alcanzar la tierra, pero le pide valor y firmeza para obedecer toda la ley que su siervo Moisés le mandó. Le demanda un compromiso, que no se aparte de ella para nada, solo así tendría éxito dondequiera que fuera. La obediencia trae bendición, salud, compañerismo, somos llenos de su conocimiento, comenzamos a experimentar su guía, su presencia y entonces hay dirección hacia el camino correcto. Y le repite ¡sé fuerte y valiente!
El Señor es el que nos da fortaleza para comenzar nuevamente a vivir una vida plena en él, seguir fieles en sus caminos, buscando su rostro siempre, porque cuando estamos afligidos y desesperados oramos fervientemente pidiendo a Dios su ayuda y socorro y él que es fiel nos da la solución, pero después se nos olvidan sus beneficios.
Cuando todo va bien debemos esforzarnos aún más y reconocer que nuestra dependencia viene de Dios y mantenernos agarrados de su mano.
Comencemos entonces a dar pasos de fe, seguros que estamos parados en la roca que es Cristo y encomendemos al Señor nuestro camino, confiemos y esperemos en él y él actuará. La fortaleza vendrá del Señor, pues le pertenecemos completamente y nuestro corazón estará lleno de agradecimiento porque no estamos solas. Nos da de su fortaleza para que podamos manejar y vencer las pruebas.
El salmo 27:14 dice: “Pon tu esperanza en el Señor, ten valor, cobra ánimo; ¡Pon tu esperanza en el Señor!» La fortaleza es el resultado de confiar en Dios. Entonces ¡a poner nuestra vida en Cristo!, a esperar confiadamente, a recibir fortaleza. Pido a Dios porque este año sea de éxito y de mayores bendiciones en su vida y familia.
Comience con propósitos definidos el día de hoy, usted puede.
Para continuar siendo fortalecido, sé parte de una célula. Son grupos pequeños que se vuelven nuestra familia espiritual. Para ser ubicado en la que mejor te convenga déjanos tus datos en www.buscocelula.org.