
Ahorrar es uno de esos propósitos que uno se hace, generalmente, cada vez que recibimos el sueldo. Y frecuentemente fracasamos porque, o no ahorramos en absoluto o lo hacemos en menor medida de lo deseado.
Los japoneses usan una herramienta que les ayuda en la tarea: el kakebo, que requiere cierta metodología, pero no necesita muchos recursos: apenas una libreta, algo con lo que escribir y, eso sí, constancia y fuerza de voluntad. La filosofía detrás del uso del kakebo es poner el énfasis en las cosas de las que no se puede prescindir y aprender a deshacerse de aquellas que no son un gasto elemental.
Practicar el contentamiento es esencial para lograr llegar a fin de mes.
¿Está usted contento con lo que tiene? Eso que quiere comprarse ¿realmente lo necesita? ¿Qué pasa si no se lo compra? El corazón del ser humano es un barril sin fondo, nunca podrá llenarse, aún así se compre todo lo que desea.
Lo único que puede llenar nuestras vidas es Dios, por eso, búsquele y él le ayudará.
Regularmente un mal manejo de las finanzas reside en el corazón. Si quieres ser libre de la mala administración inscríbete a los Grupos de Libertad en www.gruposdelibertad.com.
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