
La fe en Cristo nos da libertad. La Palabra dice “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” Esa verdad nos lleva a la salvación y al rechazo del pecado. Las tinieblas de este mundo son un obstáculo para obtener libertad, porque el mundo y sus pasiones son atractivos y muchos aman más las tinieblas que la luz, pues todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y la rechaza. El pecado esclaviza y ciega a las personas para que no vean la gracia de Dios y su misericordia, Dios quiere cambiar el destino lleno de dolor y frustración en éxito y alegría que solo Él puede dar a través de su Hijo Amado. A Él no le importa su condición o qué tan bajo ha llegado, a Él le importa su vida, su persona y lo ama con amor eterno, no ama lo que usted hace, sino lo que usted es.
Cuando le reconocemos como el Salvador, Dios perdona el pecado y los arroja a lo más profundo de la mar y no se acuerda de lo que usted hizo; esa cuenta queda cancelada y borrada con su sangre y le hace una nueva persona, le limpia, lo saca adelante, le pone un nombre nuevo y le hace un hijo verdadero. Lo redime de su condición pasada y le da una vida en abundancia, comprado con su sangre preciosa, es una noticia buena y alentadora, la vieja cuenta queda saldada, pues Dios no hace acepción de personas, y lo atrae cerca de su corazón, le enseña el camino por donde debe de conducirse de hoy en adelante y a guardar sus mandamientos en obediencia y a ponerlos en práctica.
Cuando encuentro esa hermosa libertad puedo amar, bendecir, perdonar, adorar a Dios con todo el corazón, el cambio es tan evidente que su familia se quedará sorprendida de su persona. Todas las cosas por Él fueron hechas y usted es una parte importante de su creación y Dios ha vencido el poder de las tinieblas en su nombre porque en Él hay poder de transformación y su triunfo es completo. Su liberación está asegurada en Cristo, cada día busque de su presencia, vaya a una Célula, asista a La Fráter cada fin de semana, lea la Biblia, ore, involucrarse en un ministerio es importante. Recuerde: ¿Quién lo apartará del amor de Cristo? Nada. Si usted permanece fiel, guarde su vida para Él, cuide esa libertad que ha encontrado y testifique de su perdón y restauración.