Pía Peña Foissac es mucho más que una adolescente independiente: nació con ceguera, y ese límite, combinado con su actitud, la convierten en la protagonista de una historia de superación arrolladora.

Nació prematura, con 24 semanas de gestación y poco más de 900 gramos. Desde esos primeros meses en incubadora, hasta el día de hoy, se empeñó en ver oportunidades donde la vida le ponía obstáculos. No hay límites que la frenen.

Un día se enteró que su vecino era instructor de tiro de arco y le insistió hasta que la llevó a probar. El resto es habilidad, perseverancia y disciplina. Hoy participa de torneos de la Federación Argentina de Tiro al Arco y es una de las pocas personas ciegas que practican la disciplina. Pía físicamente es ciega, pero eso no la detiene.

Muchos de nosotros no somos ciegos físicamente, pero si lo somos al no ver las oportunidades que tenemos alrededor. Muchos no vemos a las personas que nos aman y desperdiciamos nuestra vida quejándonos de lo que no tenemos.

Tome un instante y reflexione, vea lo que Dios le ha dado.