
La vida siempre tiene cierta calidad dramática, porque cuando una persona se encuentra en una encrucijada, se concentra sobre ella toda la vida. Así lo dijo Jesús en Mateo 7:13 y 14: “Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran”. Cada acción de la vida enfrenta al hombre con una decisión ineludible, siempre debe elegir uno u otro camino. Por eso una de las funciones más importantes de todos los grandes hombres de la historia ha sido enfrentar a sus contemporáneos con esas decisiones forzosas.
Cuando Josué estaba a punto de transmitir el mando a los jueces de su pueblo les dijo “Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor”. Dios habló al profeta Jeremías y le dio este mensaje en Jeremías 21:8 “Y a este pueblo adviértele que así dice el Señor: Pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte.”
Jesús también desafió a su pueblo a entrar por la puerta estrecha y a andar por el camino angosto. Y nosotros como sus discípulos debemos escoger el camino correcto. Para eso, necesitamos saber distinguir entre lo fácil y lo difícil. Y de algo debemos estar seguros: nunca hay vías fáciles que conduzcan a la grandeza, ésta siempre es producto del esfuerzo. Aun cuando algo se hace con aparente facilidad, esa facilidad misma es, sin duda, el resultado de mucho trabajo duro y perseverante. El único camino a la grandeza es el camino del trabajo, y cualquier cosa que parezca un atajo no es más que un espejismo y una trampa. Por eso el esfuerzo antecede a todo. Dios se lo dijo a Josué “esfuérzate sé valiente”. Seamos personas esforzadas en todo lo que hagamos. Y ese esfuerzo muchas veces es un camino largo.
Nadie ha llegado a escribir o a producir una obra maestra tomando un atajo. En este mundo constantemente se nos ofrecen atajos, la promesa de resultados inmediatos; y el camino largo cuyos resultados se producen a largo plazo, en último análisis, es siempre el más adecuado. Porque la grandeza proviene del trabajo y la continua atención a los detalles. Entonces, el camino correcto y el esfuerzo continuo nos llevan a otra encrucijada: entender la diferencia entre el camino disciplinado y el indisciplinado. Nada se ha logrado jamás sin una estricta disciplina y nadie ha alcanzado la eminencia y ha logrado mantenerla, sin disciplina en el trabajo.
Estas son características de Dios y sus hijos. Ahora, en este mundo todo tiene dos aspectos: 1. El que tiene en el momento y 2. El que tendrá mañana. La única manera de ordenar correctamente nuestra escala de valores es ver no solamente el principio sino la meta de nuestros caminos, o sea ver todas las cosas no solamente a la luz del tiempo sino también a la luz de la eternidad. Guatemala fue nombrada la capital provida de Iberoamérica el 9 de marzo del 2022 y se ha colocado en un lugar preponderante como ejemplo para el mundo. Como hijos de Dios debemos escoger entre dos caminos ya que este mes escogeremos al gobernante de nuestra nación por 4 años. Asegurémonos de escoger apegados a la Escritura. Es necesario que todos elijamos la vida en vez de la muerte.