
En Proverbios 17:17 leemos: “En todo tiempo ama el amigo, y en tiempos de angustia es como un hermano.” Podemos notar que Jesús siempre fue admirable porque su corazón estaba lleno de hermosos sentimientos de ternura, amor, atención y disposición para atender todas las necesidades, poniéndoles atención sin hacer distinción.
Su motivación consistía en hacer la voluntad del Padre por lo tanto siempre expresó su amor y amistad y le gustaba estar rodeado de amigos. Por eso visitaba a la familia de Lázaro, Marta y María quienes le atendían con esmero y procuraban darle lo mejor. Así mismo su amistad se extendió a los publicanos, pecadores y no escatimaba darles el tiempo cuando fue invitado a su mesa; en su corazón estaba la responsabilidad de compartirles su amor y transformar sus vidas salvándolos del pecado.
Notemos lo que la Palabra nos dice en Marcos 3:14 cuando Jesús nombró apóstoles, para que lo acompañaran y estuvieran con él para enviarlos a predicar. Jesús era amigo de sus discípulos, se interesaba por ellos, les enseñaba, les instruía, había compañerismo e intimidad; a cada uno los conocía por su nombre y era tan profunda su amistad que les reveló y compartió muchas experiencias personales y espirituales, pasó de la relación de señor-siervo a una relación de amigo a amigo. ¿Es usted una persona amigable que da amor, cariño, atención? ¿Se interesa por las necesidades básicas de sus amigos, comenzando por demostrarles que Jesús murió en la cruz y sufrió por ellos por amor para darles una vida plena en compañía de su mejor amigo Jesús? ¿Se deja usted amar, le gusta estar con personas, visita a su familia, a sus suegros, sale con su esposa e hijos?
Aprendamos entonces que, así como Jesús demostró su amor, amistad e interés por los demás, nosotros podemos corresponderle con amor, entrega y sinceridad demostrándolo a nuestros semejantes. Dios nos dice: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando, los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”.
Cambiemos nuestro estilo de vida y disfrutemos de las cosas hermosas que tiene para nosotros y obedezcamos, pues eso trae bendición.