
En los últimos años hemos visto en nuestro país la producción de verdura que era desconocida para nosotros. Hace solo unos años que el brócoli se introdujo en Guatemala. Ahora se da en abundancia, se consume en gran cantidad y se exporta a diferentes mercados internacionales. La ocra es otra verdura que tampoco conocíamos, es nueva para nosotros. Ahora se produce y se exporta. Hay empresas encargadas de empacarla y colocarla en los supermercados de otros países, como los Estados Unidos en donde hay un gran consumo. El que siembre la tierra tendrá comida en abundancia.
Es importante que nosotros labremos la tierra mental. Somos tierra. La Biblia dice que hemos sido formados del polvo de la tierra. Labremos la de nuestro cerebro. No muera con el cerebro virgen. Úselo. Lábrelo. Cultívelo y podrá ser prosperado. Trabaje también la tierra de su cerebro. En Proverbios 10:4 encontramos otro consejo necesario para prosperar: “La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece.” Las manos tienen un simbolismo extraordinario en la vida, y uno de ellos es que con las manos podemos trabajar. Por ejemplo, las finas manos de una cultora de belleza que las utiliza para embellecer, las de un cirujano que cuida la salud del cuerpo humano y con ellas conduce finamente el bisturí en una operación quirúrgica, las del abogado que con ellas escribe sus memoriales y escrituras, las del campesino que dirigen el arado y usan el machete, las del obrero que utilizan el pico y la pala. Las manos son para trabajar. Las manos ociosas atraen pobreza.
No solamente es necesario, sino importante, que se usen las manos para trabajar y prosperar. En la Biblia encontramos que cuando Dios habló con el diablo le dijo: —¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Satanás respondió: —¿Acaso no le has protegido a él, a su familia y a todo lo que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido, y sus posesiones se han aumentado en la tierra.
Aquí hay algo muy importante que debe tenerse en cuenta, le dijo: El trabajo de sus manos has bendecido.
Yo no sé a qué se dedica usted, tal vez trabaja en la construcción, en la imprenta, en la fábrica, tal vez trabaja en un taller de carpintería. Donde usted trabaje, si lo hace con diligencia, sin ociosidad, usted será una persona que va a recibir la bendición que Dios le da al trabajo de sus manos. La mano ociosa conduce a la pobreza, pero las manos ocupadas atraen riqueza. Yo creo en el poder de la oración, creo en el poder de la fe, creo en el poder de Dios, pero creo que Dios no bendice a los haraganes, Dios bendice a los que trabajan y se esfuerzan.
Si usted es un joven estudiante y desea tener éxito en sus estudios, trabaje. No venga al final del ciclo escolar a pedir oración, no se ponga en ayuno al final del año. Si usted no trabajó todo el año estudiando y cumpliendo con sus tareas, usted no obtendrá buenos resultados al final. Por eso proverbios 21:25 es muy oportuno en este caso: El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos rehúsan trabajar. Pero hoy usted puede hacer una diferencia: esfuércese, trabaje y vea cómo Dios lo bendice. Sea generoso y comparta de la bendición que vendrá como resultado de su esfuerzo.
Esta y otras claves las encuentra en mi libro “Fórmulas bíblicas para prosperar” y lo puede adquirir en Fráter Librería o si está fuera de Guatemala, en los libros de Amazon.