
Recita, medita y cumple la palabra
La Palabra de Dios es agua que nos limpia, sus palabras son tan dulces como la miel.
La Palabra de Dios es agua que nos limpia, sus palabras son tan dulces como la miel.
Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
Actos de heroísmo desinteresado nos muestran el corazón del ser humano.
Hay catástrofes naturales, sociales, familiares y personales, pero la más devastadora es la espiritual.
Reconozca a Dios y sea libre de todas las prisiones
Todos cometemos errores
Asegúrese de que su presencia en donde más importa sea visible.
¿Le ha pasado que algo parece ir a la perfección y de repente se desmorona?
Todos los días debemos vivir agradecidos de su amor que perdura para siempre.
Buscar y anhelar la dulce presencia de Dios, debería ser una prioridad en nuestras vidas.