
¿Te recuerdas aquel juego llamado «teléfono descompuesto»? Se trata de que la primera persona le diga una frase al oído de la siguiente y esta, debe repetirla a la siguiente y así sucesivamente hasta llegar a la última persona. Lo divertido es escuchar lo que la última persona exclama como el mensaje final que ha recibido. Muchas veces no tiene nada que ver con lo que se dijo originalmente y ¡muy pocas veces se mantiene el mensaje intacto!
Ahora imagínate a ti trasladando un mensaje tan vital que la vida de una persona dependiera de tu astucia para compartir ese mensaje. Eso es lo que le sucedió a Anabella Daetz.
Ella vino a La Fráter porque sus amigos de la universidad compartieron con ella el mensaje de Salvación.
Ahora Anabella comparte ese mensaje sirviendo en un ministerio dentro de La Fráter. Ella no se quedó con ese regalo que había recibido sino que decidió trasladarlo al siguiente participante, como el juego. Ella se convirtió en un miembro activo en la congregación.
Aquí hay 3 pasos a seguir para ser un miembro activo en la iglesia:
1. Capacítate para ser un líder
Los líderes nacen y se hacen, así que si crees que no tienes el potencial de ser un líder en la congregación, nosotros te enseñamos. En la Facultad de la Fe y Liderazgo aprenderás a convertirte en un líder que glorifique a Dios.
2. Ejerce tu liderazgo
Una vez capacitado, podrás ejercer tu liderazgo al predicar la Palabra de Dios en una célula y como voluntario en un ministerio de La Fráter. Tendrás las herramientas para llevar a muchos a los pies de Cristo, así como tú fuiste liderado. Te capacitaste para liderar y este es el momento de ejercer tu liderazgo. Envía tu solicitud para servir AQUÍ.
3. Inspira a otros para liderar
Así como los amigos de Anabella no se quedaron callados, y ella misma ahora aporta al Reino de Dios, tú también puedes y debes compartir con otros la pasión por predicar el evangelio de Jesucristo.
Comparte el mensaje a la siguiente persona y sigamos proclamando a Jesús para transformar la nación.